Testimonios
& Críticas
Mephisto Valse I
En 1951, el director francés Ray Ventura
filmó en versión de 16 mm. el ballet Mephisto
Valse, sobre argumento y coreografía de Serge Lifar,
y con la música homónima de Franz Liszt. El
reparto era el original que lo había representado
en Monte-Carlo: Ludmilla Tcherina como Margarita, Edmond
Audran como Mefistófeles y Wladimir Skouratoff como
Fausto.
Para aquellos que conocíamos de su
existencia, esta versión del ballet era poco menos
que inaccesible, en razón de su antigüedad y
de su formato.
Fue entonces necesario que surgiera, muchos
años después, un apasionado restaurador de
viejos films ingleses, amigo personal de Ludmilla Tcherina
y de Michael Powell –el inolvidable director de Los
cuentos de Hoffmann, Las zapatillas rojas y otras maravillosas
películas que reunían música, danza
y canto y que constituyen verdaderos clásicos de
la filmografía internacional.
Nos estamos refiriendo a Charles Doble, quien
a través de la organización Ashbrittle Film
Foundation de Gran Bretaña, ha efectuado ya la restauración
de varios de esos films.
Y es así como, gracias a él,
hemos podido ver, tras una espera de más de 50 años,
esta pequeña joya de la cinematografía de
corto metraje, realizada en blanco y negro y que dura apenas
15 minutos, más que suficientes para poder apreciar
el arte incomparable de estas tres figuras de la danza francesa:
Ludmilla Tcherina, Edmond Audran y Wladimir Skouratoff.
Ha sido realmente una experiencia memorable
poder ver bailar a Skouratoff nuevamente, en los primeros
años de su vida profesional – había
comenzado en 1945 – y poder confirmar nuestra primera
impresión de él durante la temporada en Buenos
Aires del ballet del Marqués de Cuevas en 1956. Y
si bien en 1951 este extraordinario danseur no había
alcanzado aún el apogeo de su talento, a través
de este film – realizado por cierto no en las mejores
condiciones en cuanto a técnica filmográfica
y otros requerimientos – tenemos al menos un atisbo
de sus magníficas cualidades: técnica impecable,
gran presencia escénica, intensidad en la expresión
y una armonía de gestos y movimientos pocas veces
vista.
No estamos calificados para hacer una crítica
de la coreografía de Serge Lifar, que personalmente
no nos convence, ya que consideramos que la adaptación
del argumento original se ha visto de algún modo
desfavorecida en la presente versión, así
como que el personaje de Fausto está sumamente desdibujado,
precisamente en detrimento de la intervención de
Skouratoff , quien de todas maneras logra lo máximo
de su rol.
Pero sí queremos destacar los breves
pas de deux de Fausto y Margarita, que resultan de una armonía
y belleza incomparables.
Quizás sea válido entonces
insistir en que, como un registro filmado de la historia
dansística, Mephisto Valse es un valioso documento
para la posteridad y la memoria de estos extraordinarios
talentos de la danza francesa.
Gracias, Charles Doble. Gracias Ashbrittle
Film Foundation del Reino Unido.
Amalia Contursi
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Tcherina,
Audran y Skouratoff en “Mephisto valse”
(1951) |
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